Nos encontramos en una Tierra después de una guerra nuclear, una ciudad, Ciudad Resurrección, que recuerda un poco a Metrópolis, con una estructura de clases que se refleja en la altura de los pisos donde viven las personas, siendo los pisos más bajos donde viven los marginados.
Una tecnología surgida durante la guerra permite a las personas no dormir, pero es fundamental para el cerebro soñar, así que se ha creado una red gubernamental a la que las personas pueden conectarse para soñar, obteniendo un descanso reparador en muy poco tiempo. Además de eso están los artesanos de los sueños que pueden programar sueños personalizados por un precio. Aunque es ilegal.
La historia comienza con un aprendiz de artesano que probando un sueño, sin conectarse a la nube, la red gubernamental, encuentra a una chica que le pide ayuda, que la rescate, lo que es imposible.
Poco a poco empieza a encontrar a más gente que ha soñado con esa chica. Empieza una labor de investigación para descubrir si la chica existe de verdad, donde está retenida y como liberarla. Pero van a descubrir secretos horribles.
Un libro con una idea central bastante interesante. Se puede resumir con una sola palabra: imaginación.
Dividido en dos partes, la primera donde los chavales investigan que está pasando, si la chica con la que sueñan existe realmente y donde pueden tenerla retenida, ambientada casi toda en la realidad y una segunda parte ambientada en la nube, aunque en la realidad se suceden acontecimientos que les afectaran.
La idea de la nube, un espacio onírico donde te puedes conectar para soñar es magnífica, me ha recordado a las primeras ideas que había del ciberespacio, pero mucho mejor llevado y más consistente.
Campbell y Cotrina han creado un universo muy rico, el trabajar con los sueños les ha permitido desatar su imaginación y poder dejarse llevar, con imágenes poderosas, a la vez que habituales en las pesadillas de todos. Sin spoilers, la cascada de dientes es algo que me ha impresionado por ser algo común en las pesadillas a la vez que original al convertirlo en una cascada.
Un ritmo que me ha parecido muy adecuado, con interludios que dejan el final de los capítulos como auténticos cliffhangers, muy bien estructurados, obligándote a seguir leyendo.
Una novela para quitarse el sombrero, espero que Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina vuelvan a sorprendernos pronto con una novela como esta.
10/04/2014
