Reconozco que no es la mejor de las ideas empezar una trilogía por su último libro, pero es que me daban que los dos primeros libros me iban a dar el día, así que empecé por el que me pareció menos comprometido. Y me ha encantado, crea un universo propio y muy organizado.
En principio el argumento es fácil, Telnek una red onírica, donde los usuarios pueden conectarse y soñar lo que deseen, un nuevo mundo virtual. Pero alguien ha lanzado un virus el “Vexilla Regis Prodeunt”, aparentemente inofensivo, pero encargan a un miembro de la red que busque y destruya el virus, Tristán Tamargo, un hombre parapléjico por un accidente de coche y con una hija en coma será el encargado de esta tarea. De sus primeras acciones será investigar “La trinchera” donde se mueve mucho dinero en apuestas en juegos de estrategia y en recreaciones de batallas. Allí encontrará una batalla que han separado de su catálogo la batalla de Hattin en 1187, que el último que la jugó fue Victor Gluck, un creador de escenarios que fue muy famoso y tras la muerte de su mujer se vino abajo…
Un argumento fácil que se va complicando bastante, complicando tanto en la historia dentro de Telnek, como fuera, con la historia de Victor Gluck.
Un camino con el que iremos aprendiendo como funciona Telnek, que no es tan segura como se pretende, y Tamargo irá aprendiendo cosas sobre él y como solucionar su vida.
Una novela corta y apasionante, que nos muestra una red onírica distinta a lo que estamos acostumbrados. Apasionante, la historia de Tamargo y mucho más la de Victor Gluck. Y un final sorprendente…
15/07/2014
