Tenía una espinita clavada, no había leído ningún texto de Elia Barceló, cosa que me reconcomía, así que decidí acabar con tamaña osadía cuando encontré esta novela, además novela que había sido premio UPC 1993, tenía que ser buena… ¿Buena? Me ha parecido fuera de serie, magnífica, espectacular. Vamos que me ha encantado.
Os cuento un poco de que va, pero poco que la historia tiene muchos giros y no quiero reventarla. Yarek es un famoso xenólogo caído en desgracia, en su última investigación clasificó a la especie perteneciente a un planeta como animales cuando aparentemente resultaron ser seres inteligentes, lo que al final los llevó a morir por alteraciones en su medio, condenado por este crimen es castigado con un destierro a un mundo yermo durante 20 años, lo dejan en un mundo vacio, con un refugio de alta tecnología, un ordenador, puede acceder a todo el conocimiento de la Federación pero no puede comunicarse con nadie. Tras unos meses viviendo en el planeta descubre que el planeta no está tan vacio como parece que en los periodos de verano florece como un paraíso…
Asistiremos a los temores del protagonista, a la desesperación inicial cuando se ve en un planeta vacio, sin contacto humano. A los remordimientos, el protagonista tiene pesadillas terribles con lo que le sucedió en su estudio anterior. Pero poco a poco se va recuperando, comprobamos como es muy buena persona, como no va a dudar en sacrificarse por un nuevo planeta. No os puedo contar mucho más, hay que disfrutar el libro, descubrir las cosas que van pasando. Pero sí os puedo decir que me ha parecido uno de los libros que más me ha gustado en mucho tiempo.
27/03/2015
