Con su narrativa inusual, Cecilia Eudave nos inquieta y perturba al tiempo que nos ubica, con estas historias llenas de extrañeza, en el umbral, en esa delgada línea que separa lo real de lo insólito. ¿Qué tienen en común un fotógrafo abordado por una joven diminuta en su computadora, una mujer que ha olvidado a las personas de su vida, un hombre anodino en busca de una historia extraordinaria, unos amigos que buscan un bar siniestro, un policía desesperado por resolver un brutal asesinato, unos mellizos acosados por una presencia escurridiza, un matrimonio que por accidente golpea un bulto con apariencia semihumana y un contador público que, con el fin de ligarse a una chica, se apropia de una profecía ancestral para explicar la aparición de los agujeros oscuros y profundos diseminados por la ciudad, por el planeta? El lector decidirá, tras la lectura de este libro, de qué lado de la balanza quiere situarse y llegar como un personaje más al final de sus miedos.