Para Kaine Prescott la muerte no es una extraña. Su marido murió hace dos años en insólitas circunstancias y sus súplicas para que la investigación fuera más allá cayeron en saco roto. Para olvidar y empezar de nuevo, decide comprar una vieja casa en la ciudad natal de su abuelo, Oakwood. Al ver el edificio por primera vez, abandonado y decrépito, se da cuenta de que quizá se ha precipitado. Y lo peor está por llegar, pues la oscura historia del edificio saldrá a la luz y Kaine se dará cuenta de que ahora sí que no tiene dónde esconderse.
Hace cien años, la casa de Foster Hill no guardaba más que recuerdos dolorosos para Ivy Thorpe. Tras encontrar el cadáver de una desconocida en la propiedad, Ivy se ve obligada a investigar de quién se trata, un camino peligroso...