No hay nadie que no haya oído hablar de la Compañía Amable y sus hazañas, desde Salazim al reino de Aimar. De aventureras se convirtieron en leyendas, pero las canas no perdonan y el tiempo las ha separado.
Y aunque los achaques y las viejas heridas aún duelan, aunque apenas se vean, aunque ni siquiera hayan sobrevivido todas, siempre serán un equipo. Por eso se lanzan al ataque sin dudar un momento. Por eso acuden a la llamada sin importar el peligro. Porque son amigas.
Y por una amiga es distinto.