Con una atmósfera asfixiante, Los sueños muertos nos introduce en un inframundo dominado por el ocultismo, un universo que transita entre reminiscencias de Poe y Lovecraft. Esta obra introspectiva nos hará reflexionar sobre la necesidad de poder del ser humano y lo caótico de nuestros actos. Casi una disección del comportamiento compulsivo del hombre.
Los sueños muertos es, pues, una alegoría que plantea el problema en los seres racionales de la falta de plenitud, que se presenta como un deseo insaciable de poseer la sabiduría eterna. Este deseo llevará a los personajes a cometer una transgresión de sus propios límites con consecuencia nefastas.